estar enamorado, amigos, es encontrar el nombre justo de la vida.
es dar al fin con la palabra que para hacer frente a la muerte se precisa.
es recobrar la llave oculta que abre la carcel en que el alma esta cautiva.
es levantarse de la tierra con una fuerza que reclama desde arriba.
es respirar el ancho viento que por encima de la carne respira.
es contemplar desde la cumbre de la persona la razon de las heridas.
es advertir en unos ojos una mirada verdadera que nos mira.
es escuchar en una boca la propia voz profundamente repetida.
es sorprender en unas manos ese calor de la perfecta compañia.
es sospechar que, para siempre, la soledad de nuestra sombra esta vencida.
esar enamorado, amigos, es descubrir donde se juntan cuerpo y alma.
es percibir en el desierto la cristalina voz de un rio que nos llama.
es ver el mar desde la torre donde ha quedado prisionera nuestra infancia.
es apoyar los ojos tristes en un paisaje de cigüeñas y campanas.
es ocupar un territorio donde conviven los perfumes y las armas.
es dar ley a cada rosa y al mismo tiempo recibirla de su espada.
es confundir el sentimiento con una hoguera que del pecho se levanta.
es gobernar la luz del fuego y al mismo tiempo ser esclavo de la llama.
es entender la pensativa conversacion del corazon y la distancia.
estar enamorado, amigos, es adueñarse de las noches y los dias.
es olvidar entre los dedos emocionados la cabeza distraida.
es ver la estrella de la tarde por la ventana de una casa campesina.
es comprender perfectamente que no hay fronteras entre el sueño y la vigilia.
es ignorar en que consiste la diferencia entre la pena y la alegria.
es escuchar a medianoche la vagabunda confesion de la llovizna.
es divisar en las tinieblas del corazon una pequeña lucecita.
estar enamorado, amigos, es padecer espacio y tiempo con dulzura.
es despertarse un mañana con el secretode las flores y las frutas.
es no saber si son ajenas o si son propias las lejanas amarguras.
es remontar hasta la fuente las aguas turbias del torrente de la angustia.
es asombrarse y alegrarse de que la luna todavia sea luna.
es empezar a decir siempre y en adelante no volver a decir nunca.
y ademas, amigos mios, es estra seguro de tener las manos puras.
Francisco Luis Bernárdez
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